Los 4 Palos

Un blog de abulenses sobre Ávila


A peor, más rápido

En ocasiones me encuentro abulenses fuera de Ávila. Suele ser en momentos inesperados: una voz, una visión, un sonido místico. Con suerte, mi cerebro ubica al avilés errante en el contexto adecuado de la tierra media: «Es Pepe, eldelbar. Es Paco, eldelgas». En otras ocasiones le confundo de distrito, balbuceo cual Biden, y quedo como un fantástico pazguato. Pero esta vez reconocí a F., viejo compañero de partidas de ajedrez, némesis adecuada durante muchos años en esos menesteres y compañero de espirituosos en no pocas ocasiones por los complejos «deportivos» del barrio de Las Vacas.

La complejidad del asunto fue que me dictó una entrada para Los 4 Palos, sin pretenderlo. Apenas le saludé, nos ubicamos: «pues ya ves, llevo ya 13 años por aquí». «Vaya, yo sigo por Ávila, sobreviviendo como se puede, ya sabes. He venido aquí a la gran ciudad (se refería a Valladolid) a pasar el día haciendo unas comprillas».

Y entonces mi buen amigo F. cogió carrerilla. Anoté mentalmente:

«Y en Ávila pues como siempre. Siempre vamos a peor. Pero ahora, como en el mundo todo va más rápido… pues en Ávila igual, también vamos más rápido. Más rápido… a peor. A peor, más rápido. Lo que no está en obras, se abre un socavón. Donde había una zanja, un atasco. Haces un agujero y te aparece un condenado con grilletes y tienes que tapar otra vez. El dinero municipal ni está ni se le espera. El centro son restaurantes para turistas, las actividades juveniles un unicornio, la hípica para caballitos de mar, si no necesitaran agua. Y para echarse una copa ya es lo de Sabina, ir al único bar que vimos abierto y con suerte que nos den las diez y las once y las doce y la una, pero sin la mezquita. Si es que lo que mejor funciona es el Real Ávila, imagínate cómo está la cosa».

Le pegué un abrazo, prometimos citarnos algún día en los escaques. El bueno de F., no obstante, estaba ahí ejerciendo de abulense. Solo los de Ávila podemos hablar mal de Ávila, porque la queremos y nos duele. De hecho, F. es un peleón. Al final sale adelante, siempre. Y eso también es abulense: quejarnos de que va mal, que obviamente podría ir mejor. Pero formar parte, los resilientes, del deseo de hacerla un poquito más saludable. Y eso se consigue desde el esfuerzo de cada emprendedor, currela, estudiante, joven, no tan joven. Porque es cierto que las cosas se aceleran y la competitividad no espera a nadie. Si los de Ávila no tiran de lo suyo, los demás estarán a su corredor atlántico, conexión ferroviaria, autopista sin peaje o puesta en valor de su patrimonio artístico, cultural o deportivo. Así que toca remangarse.

Estuve en la sede del Real Ávila, recogiendo el libro del centenario que se hizo para socios. Y me gustó comprobar que el resultado deportivo no era casualidad: había gente viendo imágenes de partidos, «scouting» lo llaman ahora, llamadas de teléfono, un nuevo fichaje mirando las instalaciones, bien acompañado. Vaya, me dije: este año sí va a ser.

Ayer me mandaban imágenes de la tractorada recorriendo Santa Ana. El sector primario también tiene mucho que decir sobre qué Ávila queremos a medio plazo. En ese sentido, por ejemplo, una que desde el esfuerzo y la innovación pueda avanzar a un sector agroalimentario de calidad y modernidad.

Me consta, de las últimas veces que he podido ir por Ávila, que hay un espíritu de que la ciudad necesita ir a mejor. Eso parece evidente: todos queremos que vaya a mejor. Pero que crece la sensación de no dejarla morir sin más, y que es más necesario que nunca que vaya a mejor, más rápido. Y no son pocos los que están en ello, intentando añadir valor. A todos los que, como mi buen amigo F., se han remangado… Adelante.



2 respuestas a “A peor, más rápido”

  1. DAVID MOYA TORRES

    Bravo Rubén, muy buen diagnóstico. Yo como tú tengo cierta ilusión al ver que hay mucha gente que lo está intentando, empiezo a percibir cambios, a ver si entre todos lo conseguimos. No será hoy, claro, pero quizá mañana.

  2. […] (Entero en “Los 4 Palos”) […]

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